Esta tradición data de 1980, donde cada año trasladan a su virgen al paraje conocido como »Cabezo de la Virgen» lugar sagrado por su historia donde realizan una misa en honor a su señora y una jornada de convivencia entre corcheros y corcheras.
La historia de este lugar tan especial comienza con un cuadro de la Virgen de autor desconocido y tallada en madera, la cual al principio de la Guerra Civil, como tantas otras imágenes, tuvo que ser escondida por miedo a que la quemaran. De esto se ocupó el ermitaño D. José «el merrengue» que la resguardo en lo que hoy conocemos como »Cabezo de la Virgen».