En dicha reunión, se decidió también que la Misa Crismal se celebrará a la misma fecha y hora que es tradicional en la Catedral pero a puerta cerrada; el Obispo será acompañado por los Vicarios y un grupo reducido de sacerdotes representando al clero.
En cuanto al Triduo Sacro, en el Jueves Santo se omitirá el lavatorio de pies y la procesión; el Viernes Santo en la oración universal, se establecerá una especial intención por los enfermos, los muertos y quienes han sufrido alguna pérdida; para el “Inicio de la vigilia ” del Domingo de Pascua, se omitirán el fuego y la procesión, se encenderá el cirio y en la “Liturgia bautismal” sólo se renovarán las promesas bautismales.
Una vez superado el mal que padecemos, se darán las indicaciones que, a juicio del Obispo diocesano, sean oportunas como indica el decreto.