Por Isabel Leñero.
Yo soy una persona de dar pocos paseos (no me da tiempo) .
Sin embargo el pasado Septiembre tuve la ocasión de participar en un senderismo por los baldíos de Beas y de Trigueros.
fue una experiencia maravillosa.
Descubrí algo parecido al paraíso en la tierra:
Un lugar lleno de paz y de sosiego.
La luz del atardecer caía entre los pinos centenarios, dibujando un cielo de color ocre que hacía brillar los cerros como una piedra preciosa.
Todo eso se está quemando en estos momentos….
Y es que la naturaleza es un tesoro es DELICADÍSIMO.
La pena es que ese tesoro no se cuida, no se valora.
Cuando doy una vuelta por los campos de Clarines, o la Nicoba y veo la basura que, sin ningún pudor , lastima esos parajes…
cuando veo esas latas, botellas, plásticos que manchan la pureza de esas maravillas, me pregunto:
¿ Qué hemos hecho mal, para que no se cuide la naturaleza, cómo nos hemos educado para mancillar esos lugares tan sublimes???
CREO QUE NO HEMOS APRENDIDO AÚN A MIRAR CON EL CORAZÓN TANTA BELLEZA.
Si enseñamos a nuestros hijos a mirar con los ojos del corazón la naturaleza que nos es dada, y nos sentimos parte de ella, será imposible que cosas como estas sigan sucediendo, y pasaremos a formar parte, nosotros también, de ese gran tesoro, que es la casa común, LA TIERRA.