La noche del viernes fue una noche cargada de solidaridad y de amor por tantas y tantas personas en el mundo que necesitan de nuestra ayuda. Fue una noche en la que gracias al testimonio de Dolores Pérez Carrasquilla, ninguna de las personas que acudieron al salón Siglo XXI del Casino de Beas salió indiferente. » Serán pocas las ocasiones que tengamos de conocer de cerca a una mujer como ella. Una mujer sencilla, luchadora, entregada al servicio de los demás, con una gran convicción en lo que hace, predicando con el ejemplo y llevando el amor y la entrega por bandera», presentaba Mª Ángeles González.
Lola pertenece a la congregación Misioneras hijas del Calvario, es cordobesa pero lleva más de media vida fuera de nuestras fronteras, desarrollando proyectos para la mejora de la existencia de los más necesitados, entre los que se encuentran los que la organización Manos Unidas programa en torno a la educación, la sanidad, la agricultura, la formación de mujeres y un largo etcétera.
Actualmente es misionera en Zimbawe donde lleva una trayectoria de nada más y nada menos que 36 años. «No debe ser nada fácil dejar una vida acomodada a la familia, a los amigos y estar a miles de kilómetros de distancia insertada en una sociedad con tantas limitaciones. ¿Quién puede hacer eso?, pues personas valientes, con grandeza de corazón y con unos ideales firmes» concluía su presentación antes de que la misionera nos llenara de vivencias y emociones a través de fotografías y de unas experiencias de vida cargadas de amor y solidaridad y sobre todo de ayuda al necesitado.
«FRENAR LA DESIGUALDAD, ESTÁ EN TUS MANOS» es el lema que este año ha escogido la ONG Manos Unidas y fue la base en la que Lola se apoyó para contarnos su proyecto actual que unió a todo lo que vive en su día a día en la ciudad africana.
DELEGACIÓN EN BEAS
Por otra parte hace apenas unos días se daba a conocer junto a esta nueva campaña, el proyecto 2023 de Manos Unidas, que se va a desarrollar en Perú, para atender a niños menores de 3 años, cuya situación se ha agravado con la pandemia y están en condiciones de desnutrición. Se pretende formar a las madres en cuidados, en elaboración de platos nutritivos y baratos, en servicios de atención a estos niños para que su desarrollo sea correcto y no mueran en esta primera etapa de sus vidas. El pueblo de Beas se compromete a aportar 9000€.
