Pero esta vez sí pudo ser y a las 6 de la tarde comenzó a nevar en Beas, los niños y niñas disfrutaron de lo lindo, incluso los padres, móviles en mano para no perderse ni un gesto, ni un detalle, ya que para muchos era su primera nevada y no querían perdérsela. Después pudieron jugar gracias a dos monitoras que no pararon de ofrecerles diversión y juegos en una tarde de domingo fantástica.