En la noche del domingo veintinueve de diciembre tuvo lugar el espectáculo Aquella Primera Vez en la céntrica Plaza España. La intención era -como bien indica el título- conmemorar la primera edición del Belén Viviente, allá por el año 1970.
La cosa prometía, pues antes de comenzar el show, sobre el retablo cerámico de la Virgen de los Clarines sito en la fachada de la Parroquia de San Bartolomé, se proyectaban emotivas instantáneas tomadas en aquella primera vez mientras sonaban villancicos tradicionales.
Tras una cuenta regresiva de diez a cero, comenzó el evento con una proyección de un sketch humorístico de los Minions. Estos seres con forma de gragea amarilla aparecerían entre proyección y proyección de extractos de números musicales de películas de Disney, los cuales fueron lo único que se plasmó en la pared de la iglesia a lo largo del evento. Así, pasaron por las retinas y oídos de los presentes escenas musicales de Aladdin, La Bella y la Bestia y Frozen 2, entre otras. Todo ello sincronizado con diez cañones de luz que iban cambiando de color y trayectoria según las imágenes proyectadas.
Tras la primera canción, la mala fortuna hizo que aparecieran problemas técnicos debidos a un fallo de energía eléctrica, hecho éste que detuvo el espectáculo por completo y “congeló” aún más el ambiente, pues era una noche de frío intenso y el público buscaba arrimarse a las paredes para resguardarse, quedando el centro de la plaza ocupado únicamente por los más pequeños que fueron, en realidad, los que más disfrutaron de la velada, sobre todo cuando una especie de cañón lanzaba copos de “nieve” en pequeñas cantidades.
El Ayuntamiento, en su Facebook, pronto colgó un breve comunicado disculpándose con los asistentes, pues el espectáculo de Aquella Primera Vez no ha respondido a lo esperado.