`SOY ARTISTA´.  Tributo a Don Fernando Bando Beltrán

OPINIÓN PERSONAS

Cuenta Miriam que estando su tío Fernando en el hospital, cuando éste quiso rebatir un asunto con una doctora, esta le espetó: “¿¿Pero usted es médico??” , a lo que él, con su socarrona sonrisa y desparpajo contestó: “No señora, yo soy ARTISTA”

Es CIERTO , Fernando Bando Beltrán ante todo era ARTISTA: Artista del lenguaje, artista de la conversación, artista de la fábula, artista de la filosofía, artista de la conquista y el cortejo, artista de la fiesta y la noche… artista de la plaza y de la torre, artista por los cuatro costados.

Todos los artistas tienen sus luces y sus sombras, porque el arte tiene claro-oscuros, y sin el contraste no puede existir.

A Fernando había que verlo en su conjunto. En sus días buenos y en sus días malos, en sus subidas y en sus bajadas, en el esplendor y en el ocaso. Sólo así podemos valorar todo lo que ha aportado a nuestro pueblo.

Supo ganarse a las distintas generaciones de beasinos, que primero lo miraban como a un amigo, después como a un compañero ¨técnico¨ que entendía de todo y más adelante cuando pasó a ser el “tito” cariñoso que todos querían tener.

Sus memorables ocurrencias han perdurado en el tiempo. Así “ LA BANDA DE LA SOPA” o ¨LA SECTA DEL BUEN TOQUE¨ son prueba de su destreza al describir a los personas, su “MONCLOA” particular donde despachaba los males del mundo, o el célebre “SCHUAAAA” con que espantaba a las palomas en la plaza.

Inició a no pocos en el arte de la lectura, recomendando todos los libros de la biblioteca municipal,  a no pocos les enseñó desde pequeños los entresijos del cante.

Sabía dar a cada uno lo que necesitaba: Un consejo, una frase, una canción ( a mi me regaló la canción de mi boda, de lo que le estaré eternamente agradecida) .

Sus letras y canciones a Clarines quedarán en la memoria colectiva, por su exquisitez y por el ¨pellizco¨ que provocan en cada uno de nosotros ( no hay una letra suya que no me haya hecho llorar)

Pensar en Fernando es sonreír, porque recordar sus historias dan para escribir un libro.

Pero también tenía Fernando ese lado tierno y débil , como cuando se enamoraba de verdad, o cuando anhelaba sus amores imposibles a los que veneraba a pesar del paso de los años. Guardaba un rincón especial de su corazón para su madre, a la que siempre recordaba, y para María Julia, la que lo ha cuidado en estos últimos años.

Fue también un gran conquistador, y había que sorprenderse de cómo se camelaba al género femenino con ese arte especial que tenía para tratar a las mujeres.

No le faltan tampoco sus complejos, ya que no osaba compararse con sus brillantes hermanos, a los que idolatraba a cada uno en su parcela: Manolo en la poesía, Juan Carlos como médico, Honorio como padre y esposo, Juana Luisa como dama inalcanzable.

Pero para mí Fernando era sobre todo MUY HUMANO. Pocas veces lo he visto enfadado o de mal humor (bueno, algunas veces con Juanito el embustero cuando interrumpía algún cante, pero hasta a él le dedicó unas palabras cariñosas hace no mucho tiempo).

 Nunca he visto que faltase al respeto a nadie. Trataba a todos por igual, sin importar la economía, el trabajo o la clase que tuviera.

Se codeaba con ricos y pobres, con bellas y bestias, con eminencias y con plebe. Y SIEMPRE ERA IGUAL CON TODOS.

Es cierto que sus mas cercanos, han sufrido muchísimo con sus sombras, que a veces eran alargadas, esa es la cara B de su disco. Pero para juzgar a alguien  hay que hacerlo en su conjunto, y si miramos a FERNANDO BANDO BELTRÁN  tenemos que concluir que es cierta la definición que él ha hecho de si mismo: era UN ARTISTA DE LOS PIES A LA CABEZA.

DESCANSA EN PAZ AMIGO, te lo mereces.
 
Isabel Leñero

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *