La romería de Clarines tiene muchos momentos de fe y devoción hacia su patrona y uno de ellos es ese momento en el que después del caluroso camino llegas a su ermita y ella te está esperando, te está mirando, ese momento entre tú y ella que cada beasino y cada beasina lo vive y lo expresa de una manera, con fe, con emoción, sin importarte nada… solos tú y ella. Así son los VIVAS .
La entrada en la ermita de Clarines no es menos emocionante, es donde vemos como nuestra patrona vuelve a su casa y este año más que nunca después de tanto tiempo sin poder hacerlo y también porque en ese momento hemos echado de menos a algunas personas que ya no están con nosotros y a otras que este año no han podido venir a ese encuentro con la virgen de los Clarines y que esperemos que el próximo año pueda ser.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)