El 18 de octubre, acertadamente fijado como Día de Beas hace ya algunos años, rendimos homenaje a una historia que cumple más de dos siglos. Beas y sus pueblos somos piezas de una comunidad cuyos lazos se pierden en el tiempo, pero que debemos mantener como seña de identidad, huyendo de quienes en un mundo a veces loco se empeñan en construir barreras y fronteras.
La primera hora de los actos preparados, servía para dar la bienvenida a los nuevos hijos e hijas que recibieron una placa y un pequeño pie de olivo para que crezca junto a ellos y se hagan fuertes. a las 7 y media de la tarde, dos horas después se reunían autoridades, asociaciones y entidades de nuestro pueblo en el Centro de Servicios Sociales, para celebrar nuestro día, un día en el que a todos los beasinos y beasinas nos une el mismo sentimiento de amor por nuestra tierra y admiración por sus gentes.
Con la presentación de Diego Lozano (al que debemos esta redacción) comenzaba el acto institucional del Día de Beas. Un 18 de octubre, allá por 1812, se llevaba a cabo la primera elección de un regidor por parte de los vecinos y vecinas de Beas. Con la recién promulgada Constitución que se bautizó como ‘La Pepa’, el Cabildo beasino se dotaba de su primer alcalde por elección directa, sin quedar sujeto a la hasta entonces tradicional designación por las familias titulares del Condado de Niebla.
A partir de entonces, la Villa de Beas se dotaría de sus primeros gobernantes democráticos, que tomarían las decisiones que habrían de regir su funcionamiento cotidiano y, en consecuencia, su futuro. Por este motivo, no hay mejor fecha que el 18 de octubre para conmemorar de manera oficial el día del municipio y para entregar los honores y distinciones a personas y colectivos que merecen el reconocimiento de todos. Porque un pueblo son sus gentes. Y aunque Beas se extienda en un espacio físico relativamente pequeño, en el sentido más puramente emocional, es una tierra grande.
Contamos con un pueblo noble, pero sobre todo con una tierra que cuando uno la recorre o se mezcla con sus gentes, sabe que quiere seguir adelante, que no quiere renunciar a lo que ha sido y a lo que es, manteniendo intacto el orgullo beasino. Porque al final, en este mundo globalizado, por muchas vueltas que dé, el beasino siempre acaba eligiendo Beas. En la tarde del pasado 18 de octubre, Día del Municipio de Beas, nuestro pueblo reconocía y premiaba a través de sus instituciones el mérito, los servicios, el trabajo y la excelencia de sus hijos e hijas, bien a título individual o en la pertenencia a algún colectivo. Cada uno de ellos, desde su ámbito, realiza una aportación singular a nuestra identidad como puebla que es digna de reconocimiento.
Mención y homenaje que pasarán a formar parte de la historia de nuestro pueblo y , que más allá de este día, quedarán en la memoria colectiva para siempre.
Este 2014 se han homenajeado por parte de la Asociación de Empresarios de Beas a a Tani y Nori (premio a la iniciativa empresarial) y de D. Mariano Borrero (premio a la trayectoria profesional) y por parte del Ayuntamiento de Beas a Juana Pilar Hernández, por sus 42 años de servicio a cargo de la dirección de la biblioteca pública y también se concedió mención por el Consejo Escolar Municipal al Jefe de Estudios de la Escuela de Adultos del curso anterior , Cayetano Leandro por su gran apuesta y labor consolidando el centro.
Para el final quedaron los mayores honores institucionales: las Medallas del Municipio de Beas, que este año recayeron en la Asociación “Río Unare” , por su compromiso con el hermanamiento con Clarines de Venezuela en su 30 aniversario y a la Cooperativa Ntra. Sra. del Reposo (Aceites Candón) por sus 75 años de historia.
ENHORABUENA A TODOS.