En la tarde noche de ayer, 31 de julio, en la Iglesia parroquial de San Bartolomé de Beas, tuvo lugar, tras el forzado parón de la pandemia, el pregón de la Romería de Clarines 2022, a cargo del beasino afincado en Tocina, farmaceutico de profesión, don Manuel Jesus Quintero Cruz, que inaugura los actos de la romeria de la localidad de la campiña onubense.
Don Manuel Jesús Quintero repetía como pregonero después de 25 años de su primer pregón, cuando tan solo contaba con 23 años de edad, un pregón que dedicó al fallecido hermano Mayor don José Luis Borrero, su querido amigo y compañero de vivencias.
Quintero comenzó recordando los 700 años de la advocación mariana, advocación que ha conocido todo tipo de vicisitudes, desde conquistas, epidemias, guerras, calamidades, que fuera venerada por todo el Condado de Niebla y que traspasó fronteras con la conquista de América, y la fundación por parte del triguereño Francisco de Vides de la ciudad de Clarines, en Venezuela, donde una réplica de la antigua imagen de la Virgen aún se conserva en la parroquia de San Antonio.
El pregonero tocó la fibra mas sensible de los beasinos al recordar el papel de las madres y abuelas en la transmisión de la devoción a su patrona, que, mas allá de las circunstancias y de los tiempos que les tocaron vivir, siempre han sabido contar y cantar a sus hijos y nietos las virtudes de la Virgen.
En su glosa, destacó los momentos mas importantes de la romería, y apostó por una romería autentica, de fe y esperanza, que comienza con el calor del camino el 14 de Agosto, el sudor y las lagrimas de los peregrinos, el esfuerzo del costalero, los vivas a las 3 de la tarde en una ermita abarrotada, una romería donde se perdone y se olvide las ofensas, pasando por los momentos de intimidad a solas con la Virgen y la solemne procesión del día 15 de Agosto al atardecer.
Además de evocar los clarines de su niñez, y dirigirse a sus hijos para que no pierdan la herencia de Clarines, no se pudo olvidar de los que ya no están con nosotros, y del sufrimiento vivido durante la pandemia.
Con una prosa fluida y unos versos trabajados, Quintero terminó su pregón de casi 1 hora de duración con unos vivas emocionantes, a la Virgen, a su niño, al camino, al Belén Viviente, al Cielo, a la Torre de Beas, al olivo, a los animales, a la amapola, en fin , a cada pequeño detalle que hace de Clarines una romería sin igual.
Una cerrada ovación de varios minutos, con el publico en pie, certificaron la belleza y la emoción que transmitió don Manuel Jesús Quintero a sus paisanos. Al finalizar el pregón, la Hermana Mayor, Ana María Hurtado, obsequió al pregonero con una placa que contenía réplica del cartel anunciador de la romería de Clarines. Emocionado, el pregonero se dejo besar y abrazar ( que ya tocaba) por todos los que quisieron felicitarle, y posó con sus amigos y con la Junta de gobierno para inmortalizar un momento histórico: La vuelta, después de 3 años, de la romería de Clarines.