En su paso, adornado con ramas de olivos, campanillas, anastasias, claveles, orquideas y helechos , San Bartolomé, uno de aquellos Doce hombres a quienes el Señor envió a predicar el Evangelio, salió a la calle para recibir la emoción en forma de vivas y ramos de flores que recibía según avanzaba la mañana y que hace que esta procesión haya ganado en respeto, devoción y amor a un Santo que dió su vida por defender sus ideas.