La violencia comienza desde el control hacia la otra persona, lo que se llaman abusos de baja intensidad hasta llegar a la violencia física severa que es el último escalón de una escalera que pasa por situaciones de aislar a la otra persona de su grupo, chantajes, avances sexuales sin claro consentimiento, desvalorización, humillación, intimidación, amenazas… y un desafortunado largo etcétera de casos que han hecho que exista esta «Escalera de la Violencia» cada vez más frecuente a edades más tempranas.