No podía ser de otra forma, nuestra Semana Santa no podía dejar de ver por sus calles a Ntro. Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima del Amor. No podía pasar y precisamente ese `no podía pasar ´ ha sido lo que ha pesado en la cabeza y el corazón de Luis Cano para decidir coger las riendas de la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima del Amor de nuestro pueblo.
La junta de gobierno actual hacía público un comunicado hace apenas 15 días donde al no presentarse candidaturas, «conforme a los estatutos de la hermandad Estatutos, toca proceder al 𝗡𝗢𝗠𝗕𝗥𝗔𝗠𝗜𝗘𝗡𝗧𝗢 𝗗𝗘 𝗨𝗡𝗔 𝗝𝗨𝗡𝗧𝗔 𝗚𝗘𝗦𝗧𝗢𝗥𝗔 por parte del Párroco de nuestra localidad, que será elevada al Obispado para su aprobación». El plazo para formar esta junta Gestora finalizaba este próximo viernes 27 de septiembre, pero Luis ha decidido ponerse al frente de su hermandad a pesar de las dificultades
Manuel Jesús Márquez ha vivido de cerca este proceso de Luis Cano y así lo ha hecho público a través de sus redes sociales… Un relato emotivo y que merece la pena que nos hagamos eco.
«Yo sé lo que has pasado estas semanas atrás y lo que has sufrido pensando que nadie se presentaba como hermano mayor de la hermandad. Tú nos decías que querías ,pero no podías por que no era tu momento . Te acostabas y las noches te atormentaban con el mismo pensamiento , el sueño no lo cogías dándole vueltas…
¡ Ay Dios que sufrimiento !
Buscabas y buscabas a personas que por favor agarraran las riendas de esta Cofradía y nadie te decía un YO QUIERO.
¡Que pena de patrimonio! ¡Que pena de mis titulares! No entendería un Jueves Santo sin verte andando por mis calles.
Tantos hermanos Señor, y nadie se echa adelante.
Yo quiero, pero no puedo Cautivo mío , tú tienes tus manos atadas y ¿ cómo puedes ayudar a un mundo entero, si yo tengo mi pierna mala y no puedo hacer lo que quiero?
Señor, dame fuerzas padre mío para quitarme de mi mente este pensamiento.
No se me quita Señor, yo de verdad que no puedo.
Decidí ir a verte a tu capilla, fui a tu encuentro y consuelo , pero jamás olvidaré la sorpresa que me esperabas con los brazos abiertos.
¿Qué me estas diciendo Señor?
¿Qué yo soy tu siervo?
Pues no se hable más, que yo no te niego.
¿Tu quieres que sea tu hermano mayor?
Pues dicho está…
Yo me presento.»