Por D. Manuel Sevillano Hierro.-
En este Domingo de Ramos los cristianos del mundo entero y los cristianos de Beas, nos disponemos con la celebración litúrgica de la bendición de los ramos, a comenzar la pasión del Señor.
Empezamos a acompañar a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén, participando en la celebración de la Santa Misa, donde bendeciremos los Ramos y escucharemos la lectura de la pasión del Señor.
El pueblo aclamaba a Jesús en su entrada a Jerusalén como el hijo de Dios, el Mesías, el esperado. El mismo pueblo que luego va a aclamar ¡Crucifícalo!, ¡Crucifícalo!.
Que durante esta Semana Santa acompañemos a Jesús en su pasión, muerte y resurrección. Este Domingo de Ramos es un día para empezar esta Semana Santa llena de gracia, de amor y de santidad.
Querido pueblo de Beas, os animo, como vuestro párroco que soy, a vivir estos días de la Semana Santa. Una semana especial, una semana para acercarnos a Dios, a la iglesia. Una semana para celebrar los sacramentos, para confesarnos, para estar en gracia de Dios, para vivir la alegría de que Dios nos hace partícipes de la pasión , muerte y resurrección de su hijo. Donde Jesús va a morir en la cruz para darnos la vida y la vida eterna.
Querido pueblo de Beas, aprovechad todo lo que el Señor nos quiere regalar unidos a nuestras hermandades que han montado sus altares de culto en la parroquia para hacer su estación de penitencia unidos a todo el pueblo, niños, jóvenes, adultos, ancianos, enfermos, matrimonios, familias… Todo este pueblo cristiano y católico, os animo a vivir estos días de la Semana Santa, días de gracia, días de salvación.