
Reflexiones Desde Mi Despacho
Por Isabel Leñero
Comienza el mes de Septiembre y volvemos de pronto a la cruda realidad: Trabajo, colegios, problemas sin resolver, el mundo que no cambia…
Los pesimistas sufren del síndrome postvacacional y lo ven todo es gris, todo es cuesta arriba, todo pesa, ¡¡¡¡qué mal está el mundo!!!!.
A los optimistas ( como yo) nos da por hacer proyectos, imaginar grandes cosas, ¡¡¡¡cambiar el mundo!!!.
Entre un extremo y otro, están los que yo llamo LOS SILENCIOSOS, los que, día a día, con su labor, con su trabajo, con su esfuerzo y buen hacer cambian de verdad la realidad en la
que vivimos.
En efecto, los optimistas, los que tenemos grandes proyectos e ideas, queremos hacer cosas enormes. Para ilustrarlo gráficamente es como querer hacer crecer en dos días un ÁRBOL
INMENSO, grande y visible por todas partes.
